jueves, 26 de junio de 2008

Polaroid de Letras 12

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No puede tener demasiado sentido esa insoportable sensación de no poder estar sin recordar.


Deberíamos hacerle trampa a nuestra memoria. Quizás con probar en jugarle una partida de truco, y amablemente invitarla a irse.

Quien dirigirá la aduana de los recuerdos?

Esta condena de no poder estar sin pensar, sin poder estar ocupando un lugar en la cabeza, desordena las fichas de un tablero, al que le están empezando a sonar algunas alarmas.


Decir adiós a lo que fuimos nos hace caminar con la mochila mas vacía y eso aliviana el camino. Nos ayuda a no retrasarnos en sostener algo que pesa y debería renacer por si.


Nos animaremos a jugar con la posibilidad de perdernos, y tener que empezar de cero?


Cuanta certeza tenemos de poder reconstruirnos nuevamente?


Tememos descubrir que como dice John Cage “cuando nos sacamos el mundo de nuestros hombros nos damos cuenta que no estaba sostenido por nosotros”?

No hay posibilidades de alojar en un locker para uno, dos sacos.

Entonces si no desalojamos, no alojamos.

Las cosas vienen cuando tienen lugar para acomodarse en nuestra vida, si no le damos ese lugar soltando lo que ya no nos necesita o necesitamos, no llegara. O así como se insinúa llegando, desaparece lastimando.


No aterrizará ningún avión hasta tener certeza de que la pista esta despejada para ingresar.


Capitalistas de intangibles, usamos nuestra alma como caja de ahorro con intereses a cobrar.


Se dice que el maestro aparece cuando el alumno esta preparado, así sucede con todas las cosas. Generar el lugar. Abrir las puertas de los sentidos de par en par, esperando que todo vuelva a nacerse cada día.


Nacer del espíritu le dijo Jesús a Nicodemo, ese nacer de nuevo cada día desde el espíritu.


Estrenarnos el traje de Humanos cada mañana. Lustrarnos los pies que van hacia los otros.


Me desperté temprano, antes que el despertador, y vi a los árboles como guardianes de la tierra que custodiaban celosamente al viento.

Dije listo, es solo un problema de ajuste de sintonización de los que tiene el zapping.


Lastima que nuevamente con la mente ocupada de temas “urgentes” descuidamos los importantes.

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viernes, 20 de junio de 2008

Polaroid de Letras 11

Yo Terry Omak asumo el compromiso de escribir un “Diario de Certezas”.

Acumularé todas la verdades posibles de asimilar en mi cuerpo y en mi alma.

Haré un trabajo minucioso capaz de no dejar librado al azar ningún segundo torpe e inseguro que de signos de alguna debilidad interior.

Los trabajos serán arduos pero será preferible a rayar con un vidrio roto y sucio cada letra de personalidad.

Los edificios interiores han mostrado algún fortuito símbolo de fisura.

Si, diré fortuito pues no le daré el gusto a esta alma sensible de justificarle estas galimatías de sentido interior.

Las lagunas están algo contaminadas pero reconstruiré cada una de ellas, como un artesano del agua. Toda mi ciudad interior será como Utopía de Tomas Moro.



Sé que debo ser lo mas detallista posible, algo así como un viseccionador de todas mis afirmaciones. Esta vez no dejaré que los volcanes erupcionen y me lleven a una nueva crisis y pongan en riesgo “La ciudad de Mí”.

Debo recordar la cantidad de veces que he tenido razón, porque he tenido razón miles de veces, y los demás también lo han reconocido. Soy alguien sensato a quien no le hacen falta toda esa sensiblería de buscarse a si mismo. “Yo soy el que Soy” dice Dios en la Biblia.

La tarde del sábado cae profunda y sigo con muchas de las ideas principales que desarrollaré en mi diario. Estoy seguro que al escribirlo y leerlo una y mil veces, será como un mantra de certidumbre, algo así como un jaculatoria del que quiere ser y soy.



Entré al edificio y sonreí amablemente a todas las personas que me crucé durante el trayecto al ascensor, la señora del 5°C, siempre con ese olor a desodorante de ambiente, el señor del 8°B impecable hasta en el modo de llevar una bolsa de pan en la mano.



Bajé del ascensor y me encontré con Lucrecia, un ser luminoso de pelo negro y ojos celestes, la mire con el mismo asombro de siempre.

Seguro que ni se dio cuenta de esta lucha interna que golpea por salirse y llevo días tratando de mitigarla a palabras implacables en mi “Diario de Certezas”.



En la mano lleva un libro que yo le presté, “Esculpir en el Tiempo” de Andrei Tarkovsky

Me mira y me dice:

-Los estoy leyendo, y me esta haciendo reflexionar mucho, ayer marque una frase, mirá.

Me lo acerca para que lea en la pagina 218:

“Para mí, una crisis interior es siempre un signo de salud”

viernes, 13 de junio de 2008

Polaroid de Letras 10

Tomé el camino mas largo y me cambiaste los carteles, bifurcaste el destino.

Le pregunte a una anciana que en la calle pedía pan, ni monedas, ni plata, pedía pan, y solo lograba que le rompan el pescuezo del corazón.

La miro y sin que le diga nada me dice:

-Por aquí nunca había pasado ningún Solcito.



Subí al auto, con la certeza de que estos dos mimos vestidos con pana negra habían desdibujado todas las señales del camino.

Durante 25 minutos todo fue silencio, parecía que Buenos Aires se había quedado muda.

Puse música para no estar solo. La soledad es infiel y no es bueno confiar en ella.

Escuchar Radiohead siempre nos sintonizó los cuerpos. Como un afinador de almas nos hacia notar cada tristeza desafinada.



Velado por la púrpura sinfonía de tu cuerpo, me siento aborrecible. Entomólogo de todas estas viejas casas a las que odio porque me hacen acordar a vos.

Nunca entendí demasiado la entelequia de los sentimientos, solo sé que tu dolor me tiño el alma para siempre de color “sombra”.



A tientas por este subte para ciegos, estoy dando vueltas sin saber en que estación debo bajarme para encontrarte.



A los gritos de mis remordimientos, me pare frente a tu casa y espere a que te durmieras. Recite en una voz muy baja un sermón fúnebre para que todo nos duela menos.



Arrojé todo esta confusión al mar de las zanjas.

Me despoje de todo lo que me duele.

Me desnude de cada filtro que me protege de todos.



Como un perro abandonado bajo la lluvia, recorreré la ciudad y llegaré con mi sentido de la pertenencia a vos hasta encontrarte y decirte que soy aborrecible, un hipócrita de la palabra, un cirujano de las mentiras, contador de penas, arquitecto de universos paralelos, dios de una secta de seres abandonados por vos, por vos, por vos, por vos, por vos. . . .

Y vos sos tan especial, la puta madre como desearía ser especial.





Creep (Radiohead)

When you were here before,
couldn't look you in the eye.
You're just like an angel,
your skin makes me cry.
You float like a feather,
in a beautiful world
I wish I was special,
you're so fucking special.

But I'm a creep, I'm a weirdo.
What the hell am I doing here?
I don't belong here.

I don't care if it hurts,
I want to have control.
I want a perfect body,
I want a perfect soul.
I want you to notice,
when I'm not around.
You're so fucking special,
I wish I was special.

But I'm a creep, I'm a weirdo.
What the hell am I doing here?
I don't belong here

She's running out the door,
she's running,
she run, run, run, run, run.

Whatever makes you happy,
whatever you want.
You're so fucking special,
I wish I was special,

but I'm a creep, I'm a weirdo.
What the hell am I doing here?
I don't belong here,
I don't belong here.


Aborrecible (Radiohead)

Cuando estuviste antes acá,
no pude mirarte a los ojos.
Sos como un ángel,
tu piel me hace llorar.
Flotás como una pluma,
en un mundo hermoso.
Me gustaría ser especial,
mierda que vos sos especial...

Pero yo soy aborrecible, soy un tipo raro.
¿Qué carajo hago acá?
No pertenezco a este lugar.

No me importa que duela,
quiero tener control,
quiero un cuerpo perfecto,
quiero un alma perfecta.
Quiero que te des cuenta
cuando no estoy por acá,
mierda que sos especial,
me gustaría ser especial a mí.

Pero soy aborrecible, soy un tipo raro.
¿Qué carajo hago acá?
No pertenezco a este lugar.

Ella se está escapando por la puerta,
corriendo,
corre, corre, corre, corre.

Lo que te haga feliz,
lo que quieras.
Mierda que sos especial,
a mí me gustaría ser especial.

Pero soy aborrecible, soy un tipo raro.
¿Qué carajo hago acá?
No pertenezco a este lugar.
No pertenezco a este lugar.

viernes, 6 de junio de 2008

Polaroid de Letras 9

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Terminé de leer hace unas semanas un libro que me prestó mi amigo Alberto, se llama “Las Ruedas de la Vida”, y sigo sacándole disfrute, algo así como las distintas calidades de aceite de oliva según el número de prensadas.

Sinceramente sé que de este libro haré varias “Polaroid…” pero cuando leí la frase “la abundancia del instante”, todo tomo forma de rompecabezas, con la responsabilidad de armar todo mi mundo de nuevo.

Lo llamé a mi amigo Leo y le leí la frase, se quedo en silencio, argumento algo para no perturbarme más, y terminamos hablando de cosas del pasado, anécdotas de adolescentes.

Se que al igual que a mí, la frase le impacto en su estructura.
Es un tema recurrente en cada encuentro de filosofía barata que practicamos.
Saber reconocer los momentos que serán únicos y nos durarán para siempre.

Los años nos van dando alguna idea al respecto, un proyecto con problemas de tiempo, es irrecuperable, el tiempo es irreversible. Solo los proyectos con problemas de costos, son posiblemente reversibles a mi modo de ver.

Emiliano Contino siempre dice “si se soluciona con plata es barato”.

Entonces, soy rico en saber captar cada tanto la verdad del tiempo. Y entender que hay encuentros que son únicos y duraran para siempre.

Saber a tientas la enorme dicha de vivir los momentos.

Hasta los momentos malos, ya que estos nos ayudan a optimizar los tiempos de los acontecimientos venideros.

Discernir lo importante de lo contingente.

Es verdad que no siempre tenemos la lucidez, ni la edad, ni las ambiciones, para aprovecharnos de las oportunidades que nos dan los acontecimientos.

Algunos guiños de la realidad me hacen ver detrás del velo y aprovecho la oportunidad de verlo.
Como cuando Martina me pide que me quede sentado en su cama hasta que se duerme. Ahí comprendo palmariamente que el “mañana” es cuento. Todo es presente y el tiempo no es eterno, es momento.
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Polaroid de Letras 8

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Carta para la “Nueva Vos”


Día 0: Venís y me decís que hay una Nueva Vos, que no soportas más a la Antigua Vos.


Día 1: La Nueva Vos vino a decirme todo lo que se cambia por el otro y para el otro. En realidad habías cambiado para vos sin preguntarme a mí si prefería a la “Antigua Vos”.


Día 2: Era sospechoso ver que mi llave no abría como habitualmente lo hacia tu cerradura y pensé que solo era una desconcentración de las bisagras, como alguna vez me paso a mí.


Día 3: La Nueva Vos me pedía que naciera un Nuevo Yo, y yo no puedo entender tu pedido para que sea alguien distinto, sí vos te enamoraste de mi Antiguo Yo.
Un amigo me dice que “el amor no existe, solo es una construcción intelectual”
Que es lo que de Vos no te gusta de mí?


Día 4: Las cosas siguen igual, no hay cambios. Tu irritabilidad me duele en los labios que no se acostumbran a sentirte el sabor a bronca. El azúcar se te retiro quien sabe donde. . .
Mi amigo insiste “solo existe una posibilidad para el amor” y aclara “en el caso que existe eso llamado amor”.
Si es así elegiría gastarme la posibilidad con vos.


Día 5: Explicale a mi cuerpo toda esta contractura de frío que sufre desde hace días ya que tu Nueva Vos está meditando la vida en busca de respuestas interiores, pues necesita mas espacio para pensarse.
La ahogan las heridas del pasado anteriores a mí y a tu Nueva Vos se le ocurre facturárias a mi nombre.


Día 6: Leo y releo todos tus emails y mensajes de textos para saber si tu Antigua Vos evidenciaba algún descontento y solo hablaba de plenitud.
Si la encontrás decile que la extraño.


Día 7: Tu Nueva Vos, me escribió y me habla de crecer diciendo adiós. Resolvió sus problemas alejándose del presente. Le dije que es raro que el futuro se encuentre fuera del presente y sin pasado.


Día 8: Es un hecho que tu Antigua Vos no volverá, y tu Nueva Vos me pide que surja un Nuevo Yo para que juntos cambiemos hacia una “La isla sin pasado”.


Día 9: “La isla sin pasado” fue un fracaso, no resultó, pues mi pasado es tu Antigua Vos y no suelo olvidar los momentos de enorme felicidad. Tu pasado en cambio es algo más remoto que Yo.
Tu Nueva Vos compra un futuro y no puede pagar su hipoteca del pasado e intenta derivarme a mí la deuda.


Día 10: No se quien es Tu Nueva Vos y no se quien soy yo. Sin Vos no hay Yo.
Llevará un tiempo construir un Yo que no necesite de Vos.


Día 11: Me levanté y por cuarto día consecutivo el silencio de mi casilla de email me dice que no vas a comunicarte y me desperezo solo sin ayuda.


Día 12: Decidí no ver más a tu Nueva Vos y quedarme con el recuerdo de tu Antigua Vos.



PD: Escribo esta carta mientras escucho una y mil veces la canción de Departure Lounge “ The New You” que si no fuera hombre me haría llorar hasta secarme, pero como suele decirse “los chicos no lloran”.
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