viernes, 6 de junio de 2008

Polaroid de Letras 9

.
Terminé de leer hace unas semanas un libro que me prestó mi amigo Alberto, se llama “Las Ruedas de la Vida”, y sigo sacándole disfrute, algo así como las distintas calidades de aceite de oliva según el número de prensadas.

Sinceramente sé que de este libro haré varias “Polaroid…” pero cuando leí la frase “la abundancia del instante”, todo tomo forma de rompecabezas, con la responsabilidad de armar todo mi mundo de nuevo.

Lo llamé a mi amigo Leo y le leí la frase, se quedo en silencio, argumento algo para no perturbarme más, y terminamos hablando de cosas del pasado, anécdotas de adolescentes.

Se que al igual que a mí, la frase le impacto en su estructura.
Es un tema recurrente en cada encuentro de filosofía barata que practicamos.
Saber reconocer los momentos que serán únicos y nos durarán para siempre.

Los años nos van dando alguna idea al respecto, un proyecto con problemas de tiempo, es irrecuperable, el tiempo es irreversible. Solo los proyectos con problemas de costos, son posiblemente reversibles a mi modo de ver.

Emiliano Contino siempre dice “si se soluciona con plata es barato”.

Entonces, soy rico en saber captar cada tanto la verdad del tiempo. Y entender que hay encuentros que son únicos y duraran para siempre.

Saber a tientas la enorme dicha de vivir los momentos.

Hasta los momentos malos, ya que estos nos ayudan a optimizar los tiempos de los acontecimientos venideros.

Discernir lo importante de lo contingente.

Es verdad que no siempre tenemos la lucidez, ni la edad, ni las ambiciones, para aprovecharnos de las oportunidades que nos dan los acontecimientos.

Algunos guiños de la realidad me hacen ver detrás del velo y aprovecho la oportunidad de verlo.
Como cuando Martina me pide que me quede sentado en su cama hasta que se duerme. Ahí comprendo palmariamente que el “mañana” es cuento. Todo es presente y el tiempo no es eterno, es momento.
.

No hay comentarios: